Qué los españoles pagan más que el resto de europeos por tener un acceso de alta velocidad a Internet ya lo sabíamos, pero que lo reconozca la Unión Europea, eso es otra cosa. Hasta un 20% más, dice la Comisaria Europea de la Competencia Neelie Kroes, llegamos a pagar en nuestra factura de ADSL y como siempre detrás andan las grandes compañías. En estos momentos, Telefónica ha recurrido la multa impuesta por abuso de posición dominante en el campo de la banda ancha. Esperemos que no salga adelante este recurso y que ayude a que los verdaderos afectados, los consumidores, puedan elegir entre varias compañías y entre varios precios. Sólo para hacernos una idea de la gran diferencia que existe en Bélgica se paga de media por tener acceso a Internet con ADSL unos 30 o 40 euros mientras que en España se paga casi el doble.
El futuro se encuentra en Internet. El desarrollo de las zonas menos pobladas se encuentra intrínsicamente ligado al establecimiento de banda ancha para todos. Hace unos meses la Unión Europea lo quería implantar en todas partes para que supusiera un modelo de superación entre los desequilibrios poblacionales y que nuestro servicio sanitario o nuestra educación fuera exactamente de la misma calidad que la que nos encontramos en las grandes ciudades. No puedo imaginarme la cara del señor que vive en un pequeño pueblo de la sierra cuando el médico le dice que su radiografía puede tardar meses en llegar puesto que era demasiado caro poner ADSL en la consulta o que la compañía de turno le ha dicho que llevar Internet hasta su localidad no es rentable.
Los consumidores tienen los mismos derechos se encuentren donde se encuentren y como todos somos europeos no entiendo porque tenemos que pagar bastante más que el resto o que se nos niegue la posibilidad de futuro que implica el hecho de tener acceso a la red de alta velocidad.
El futuro se encuentra en Internet. El desarrollo de las zonas menos pobladas se encuentra intrínsicamente ligado al establecimiento de banda ancha para todos. Hace unos meses la Unión Europea lo quería implantar en todas partes para que supusiera un modelo de superación entre los desequilibrios poblacionales y que nuestro servicio sanitario o nuestra educación fuera exactamente de la misma calidad que la que nos encontramos en las grandes ciudades. No puedo imaginarme la cara del señor que vive en un pequeño pueblo de la sierra cuando el médico le dice que su radiografía puede tardar meses en llegar puesto que era demasiado caro poner ADSL en la consulta o que la compañía de turno le ha dicho que llevar Internet hasta su localidad no es rentable.
Los consumidores tienen los mismos derechos se encuentren donde se encuentren y como todos somos europeos no entiendo porque tenemos que pagar bastante más que el resto o que se nos niegue la posibilidad de futuro que implica el hecho de tener acceso a la red de alta velocidad.
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