785 eurodiputados, 7 grupos políticos, 27 países y 23 lenguas oficiales. ¿Cómo organizar el trabajo de algo tan vasto cómo es el Parlamento Europeo?
La mejor manera es siempre la más simple. En este caso, la organización del trabajo parlamentario se señala con colores. De esta forma, cada semana tiene un color asignado previamente y se pueden preparar todos los informes y trabajos con antelación. Cuatro colores que simbolizan cuatro momentos parlamentarios.
El rojo es el color más fuerte de los cuatro por lo que se utiliza para designar la sesión plenaria que tiene lugar una vez al mes y también las mini-sesiones plenarias que se desarrollan en Bruselas cuando se considera necesario incluirlas por el excesivo trabajo. Hay bastantes, más de tres o cuatro al año porque en ocasiones no hay tiempo durante las sesiones en Estrasburgo para votar todos los informes por lo que las mini-sesiones en Bruselas son esenciales. Estás tienen una duración de tan solo dos días al contrario que las sesiones en Francia que son de casi una semana. Todo el trabajo desarrollado durante el mes termina con las sesiones plenarias.
Para designar las semanas de las comisiones parlamentarias se utiliza el rosa. Antes de llevar los informes legislativos a la sesión plenaria para que sean votados por todos los diputados, se discuten y reforman en las comisiones. Cada comisión está especializada en un área particular, medio ambiente, peticiones, desarrollo regional, así hasta 20. Además, se crean comisiones temporales cuando hay algún tema urgente a tratar. Por ejemplo, en estos momentos existe la comisión temporal para el cambio climático.
El violeta (o azul claro, depende de quién mire el calendario) designa las semanas en las que hay reuniones de los grupos políticos. Es un paso previo antes de llevar los informes a las comisiones y a las sesiones plenarias. Se tienen que discutir y reformar hasta encontrar una postura que sea común a los diputados de un determinado grupo político.
Por último, el verde (o turquesa, también según quién lo mire). Este color es nuevo puesto que hasta ahora se llamaba “semana amarilla”. Ahora los trabajadores y eurodiputados se tendrán que acostumbrar a la “semana verde”. Durante esta semana, cada diputado puede viajar a su circunscripción electoral o país para hacer política allí. También puede utilizar esta semana para participar en una delegación y así, participar en la política exterior de la UE. Mientras tanto, el Parlamento no cierra pero los trabajos quedan “en suspenso”. Muchos cogen sus vacaciones durante estos periodos puesto que el trabajo es mínimo.
El verano y las navidades son vacaciones para diputados y asistentes pero el Parlamento no cierra y los funcionarios siguen trabajando para poder estar apunto durante las “semanas de colores”.
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