La eurocámara decidirá mañana si se posiciona a favor de la posición del Consejo y aprueba la polémica medida.
Parece que el informe realizado por el eurodiputado popular alemán, Manfred Weber, será aprobado casi con toda seguridad por el pleno del Parlamento Europeo. Weber cuenta con los apoyos de su grupo político (mayoritario en la eurocámara) y además, los votos de ALDE (tercera fuerza política) y UEN. En contra están, los socialistas que consideran la nueva Directiva como "poco humanitaria". Sin embargo, no sólo hay divisiones partidistas sino también nacionalistas. Los socialistas españoles han contrariado la postura de su grupo posicionándose a favor de su aprobación como pide el Consejo. Javier Moreno, eurodiputado socialista ha explicado durante el debate que esta norma supone "un paso adelante hacia una política de inmigración común" dentro de la UE, que debe ir acompañada de otros instrumentos para contar con una política migratoria global. Además, el ministro de Interior esloveno, Dragutin Mate, habló en nombre de la presidencia de turno del Consejo y advirtió que, en caso de que la Eurocámara no se pronuncie a favor del compromiso, esto traerá graves problemas en el Consejo y, "siendo optimistas, se retrasaría tres años la aprobación de esta directiva".
La medida más controvertida que se recoge en el texto, el aumento de hasta 18 los meses de internamiento para los inmigrantes ilegales, será votada en contra por la Izquierda Unitaria Europea y por el Grupo de Los Verdes. La eurodiputada Hélène Goudin (Grupo Independencia y Democracia) se preguntaba hoy durante el debate si podemos decidir la retención de una persona durante 18 meses que no ha cometido delito alguno. Este no es el único punto de discordancia sino también las cláusulas de "excepción" (opt-out) de nueve Estados miembros por las que no se verán obligados a cumplir las normas, entre ellos Irlanda, Reino Unido y Dinamarca.
Parece que el informe realizado por el eurodiputado popular alemán, Manfred Weber, será aprobado casi con toda seguridad por el pleno del Parlamento Europeo. Weber cuenta con los apoyos de su grupo político (mayoritario en la eurocámara) y además, los votos de ALDE (tercera fuerza política) y UEN. En contra están, los socialistas que consideran la nueva Directiva como "poco humanitaria". Sin embargo, no sólo hay divisiones partidistas sino también nacionalistas. Los socialistas españoles han contrariado la postura de su grupo posicionándose a favor de su aprobación como pide el Consejo. Javier Moreno, eurodiputado socialista ha explicado durante el debate que esta norma supone "un paso adelante hacia una política de inmigración común" dentro de la UE, que debe ir acompañada de otros instrumentos para contar con una política migratoria global. Además, el ministro de Interior esloveno, Dragutin Mate, habló en nombre de la presidencia de turno del Consejo y advirtió que, en caso de que la Eurocámara no se pronuncie a favor del compromiso, esto traerá graves problemas en el Consejo y, "siendo optimistas, se retrasaría tres años la aprobación de esta directiva".
La medida más controvertida que se recoge en el texto, el aumento de hasta 18 los meses de internamiento para los inmigrantes ilegales, será votada en contra por la Izquierda Unitaria Europea y por el Grupo de Los Verdes. La eurodiputada Hélène Goudin (Grupo Independencia y Democracia) se preguntaba hoy durante el debate si podemos decidir la retención de una persona durante 18 meses que no ha cometido delito alguno. Este no es el único punto de discordancia sino también las cláusulas de "excepción" (opt-out) de nueve Estados miembros por las que no se verán obligados a cumplir las normas, entre ellos Irlanda, Reino Unido y Dinamarca.
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