Pero volvamos a la película “Joyeaux Noël”. Cuando decía antes que había que verla en versión original subtitulada no quería ofender a aquellos que les gusta el doblaje. Personalmente, prefiero ver las películas subtituladas porque se mejoran bastante los idiomas pero no soy una de esas puristas que critican los doblajes. Al contrario, creo que el doblaje español es hoy en día uno de los mejores del mundo por lo que no tenemos porque ver todas las películas subtituladas. Sin embargo, esta sí que es muy recomendable. Simplemente, porque es la mejor manera de apreciar qué significa ser europeo. Basada en hechos reales, este filme rinde honor a los soldados caídos en la 1era Guerra Mundial, sin importar el bando puesto que ingleses, perdón, escoceses, franceses y alemanes hacen un alto el fuego para celebrar la Nochebuena y el día de Navidad de 1914. No queremos destripar la película a nadie, solo explicar que nos ha parecido tan importante para dedicarle un post. En la película, los soldados llegan a comunicarse entre ellos para celebrar una fiesta y posteriormente, la misa del gallo. Por lo que con ideas, nacionalidades y lenguas diferentes consiguen ponerse de acuerdo. Es más, el punto más sorprendente es cuando todos van a misa en latín y contestan al unísono en latín. Hay que recordar que hablamos de 1914, ¿esto podría pasar hoy en día? Bueno, dando la importancia que se le ha dado al inglés como lengua extranjera no creo que pudiéramos seguir misa en una lengua muerta. Además, el idioma común entre los oficiales, es decir, entre los que mandan en el frente es el inglés. Las decisiones importantes se toman en inglés, pero para hablar de sentimientos los oficiales (excepto el escocés) discuten en francés. ¿No nos recuerda esto a algo que sucede hoy en día en la UE?
Claro está, no todo es maravilloso. Cuando los “jefes” se enteran de lo sucedido, los acusan de traidores, de confraternizar con el enemigo ya que se supone que están en el frente para matarse entre ellos y hacer la guerra, no para celebrar la Navidad. Hoy en día, no hay guerras entre los pueblos europeos –aunque sí quedan problemas sin solucionar y muchos frentes abiertos- pero la economía manda. La Comunidad Económica Europea fue el germen de la actual Unión Europea. La palabra “económica” se ha eliminado pero sigue muy presente. Es el objetivo principal de esta Unión y cuando este pilar se resquebraja a muchos se les olvida que la solidaridad entre los pueblos es la base de ese pilar. No se pueden echar países de la Unión así como así ni quitarles el voto una vez que forman parte de esta Unión. Una vez que los soldados habían sido solidarios unos con otros, era muy difícil volver a las trincheras para matarse mutuamente.
De una guerra nace una Unión. Eso nos lo enseñaron primero los Estados Unidos. Ellos sufrieron la Guerra de Secesión, pero nació un nuevo país de las cenizas de los caídos. Para los europeos, tuvieron que pasar dos guerras y contar con el impulso estadounidense para avanzar. La Unión Europea se formó gracias al “amigo americano” pero quizás no solo fue un amigo con dinero, sino que también querían crear un mundo construido de bloques de países, en su caso, de Estados.
La Unión Europea surge de la guerra, para que aprendamos y esto no se vuelva a repetir. Pero ¿qué hay de la guerra fría? Es decir, si queremos cumplir de verdad con una Unión Europea que “perdone todos los pecados” y estemos unidos por el bien del continente no deberíamos de invitar a Rusia por ejemplo, ¿y Turquía? Todo esto nos lleva a preguntarnos si hay que poner límites, quién los decide y hasta dónde tienen que llegar. ¿Sabéis que Marruecos llegó a solicitar ser candidato de la UE?
Me alegro mucho de formar parte de esta Unión que surgió del sueño de unos cuantos grandes europeos que consideraron que para avanzar había que estar unidos y perdonarse los unos a los otros para que no se volviera a repetir. Pero no quiero que nuestra generación y las generaciones futuras olviden este precepto y busquen únicamente un bienestar económico sin la solidaridad inicial. En momentos de crisis, tenemos que estar unidos, unidos en la diversidad.
Pd. Sí, es un poco pronto para hablar de Navidad. Pero echaban la película en la televisión belga, subtitulada en francés y vista por una española que trabaja en inglés y aprende alemán. Era de obligado visionamiento.
Comentarios
Por cierto la fecha, que seguro no es casualidad :), estaba muy bien elegida. Un día te tengo que contar una historia que seguro que te gustará.
Estoy completamente de acuerdo contigo, tenemos que buscar lo que nos une y no lo que nos separa, o al menos eso pensamos los europeístas (o ciudadanos del mundo) empedernidos. Gracias por la sugerencia!
Gracias por el descubrimiento y ya comentaré cuando la vea.
Un saludo Macarena.
Básicamente, si entra Turquía habrá Unión Europea, si se la rechaza, la Unión desaparecerá en poco tiempo.
Aceptar a Turquía es aceptar la paz entre los pueblos y la igualdad de los hombres y rechazar el enfrentamiento por las religiones.
Lo de Rusia en cambio lo veo imposible, ya que un país que triplica a la Unión Europea en tamaño terminaría por absorverla y ellos no están interesados.
Un saludo.
De verdad crees que si se rechaza a Turquía la Unión desaparecerá? Personalmente, no creo que sea así puesto que llevan muchos años rechazándola...
Una bonita historia para el día después de Navidad
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