El Presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, calienta motores para responder las preguntas de los eurodiputados dentro de dos días en el debate sobre el Estado de la Unión que se celebrará en la Eurocámara. Esto lo sabemos porque "casualmente" la semana pasada el Presidente ha aparecido en una red social para contar al mundo como preparaba el debate. En esta red anunciaba que durante el fin de semana pasado se había puesto las pilas para preparar el debate.
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| Foto: Comisión Europea |
Será, sin duda, un debate cuando menos interesante, sobre todo para los españoles puesto que somos uno de los países que peor lo está pasando con la crisis. Según el último Eurobarómetro publicado por el Parlamento Europeo, los españoles tienen ahora y desde noviembre de 2011, una percepción peor de la UE, muy probablemente sea debido a la época de crisis en la que nos encontramos (no podemos quitarle mérito a los medios de comunicación españoles que se empeñan en no hablar de otra cosa que la crisis y laprima de riesgo para hundir aún más al personal). Otros, como Alemania, no lo pasan tan mal: su economía crece, el paro es uno de los más bajos de la UE y la percepción que tienen los alemanes de la UE es bastante positiva así como la de la mayoría de los europeos, pero también tiene sus crisis internas sobre todo políticas debido a los "niños malos europeos del sur que no hacen sus deberes". Un ejemplo es la decisión que tiene que tomar el Tribunal Constitucional Alemán sobre la validez del fondo permanente de rescate de la zona del euro. Desde luego, no será la única cosa que sobrevuele en el ambiente durante el debate con Barroso puesto que el mismo día, la Comisión Europea que preside tiene previsto presentar su propuesta sobre la Unión Bancaria. Una semana de infarto como bien define Marigel Alonso en euroXpress. Todo eso y la situación en Grecia además de las habituales preguntas sobre la crisis no dudamos que estarán presentes durante el debate.
Cuando hablamos sobre debate del Estado de la Unión, no podemos inevitablemente pensar ¿qué Unión Europea tenemos? y lo que casualmente la UE también se pregunta ¿qué Unión Europea queremos? La Oreja de Europa ha participado en la consulta pública que la Comisión Europea puso en marcha hasta el pasado 9 de septiembre para conocer la opinión de los ciudadanos europeos con cuestiones tanto generales como específicas (por ejemplo sobre el Mercado Único) relacionadas con la Unión Europea. Durante el proceso de respuesta de esta encuesta nos dimos cuenta de algo tan básico que probablemente sea el mayor de los problemas de la UE y es la falta de desconocimiento sobre sus mecanismos, ayudas e historia y proceso de toma de decisiones incluso sobre sus términos (¿elegir el presidente de la Comisión Europea por votación de los ciudadanos europeos? Perdone usted, ¿el Presidente de qué? ¿ese es el que maneja los hilos?) El problema de base está ahí. No podemos saber qué Europa queremos sin conocer lo qué tenemos actualmente. Y aquí, en este punto, es cuando podemos lanzar nuestra pregunta al Señor Barroso, ¿qué Europa tenemos actualmente? ¿es una verdadera unión en igualdad de condiciones para sus ciudadanos? Difícil respuesta para una difícil semana cargada de decisiones que muchos europeos no alcanzarán a entender.
Cuando hablamos sobre debate del Estado de la Unión, no podemos inevitablemente pensar ¿qué Unión Europea tenemos? y lo que casualmente la UE también se pregunta ¿qué Unión Europea queremos? La Oreja de Europa ha participado en la consulta pública que la Comisión Europea puso en marcha hasta el pasado 9 de septiembre para conocer la opinión de los ciudadanos europeos con cuestiones tanto generales como específicas (por ejemplo sobre el Mercado Único) relacionadas con la Unión Europea. Durante el proceso de respuesta de esta encuesta nos dimos cuenta de algo tan básico que probablemente sea el mayor de los problemas de la UE y es la falta de desconocimiento sobre sus mecanismos, ayudas e historia y proceso de toma de decisiones incluso sobre sus términos (¿elegir el presidente de la Comisión Europea por votación de los ciudadanos europeos? Perdone usted, ¿el Presidente de qué? ¿ese es el que maneja los hilos?) El problema de base está ahí. No podemos saber qué Europa queremos sin conocer lo qué tenemos actualmente. Y aquí, en este punto, es cuando podemos lanzar nuestra pregunta al Señor Barroso, ¿qué Europa tenemos actualmente? ¿es una verdadera unión en igualdad de condiciones para sus ciudadanos? Difícil respuesta para una difícil semana cargada de decisiones que muchos europeos no alcanzarán a entender.
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