El racismo dormido del Parlamento Europeo cae por sí solo

De vez en cuando, los problemas se arreglan por sí solos. Es lo que ha ocurrido esta mañana en el Parlamento Europeo cuando el Grupo ITS (Identidad, Tradición y Soberanía) se ha disuelto por falta de diputados. Hay mucha gente que no conocía la existencia de este grupo racista y xenófobo que contaba entre sus filas con el mismo Jean-Marie Le Pen, dirigente del Frente Nacional francés o a la nieta de Mussolini, Alessandra que además era una de las dirigentes del ITS.

La polémica se desató la semana pasada con unas declaraciones de la misma Alessandra en las que arremetía contra el pueblo rumano puesto que, según ella, nunca deberían de haber entrado en la Unión Europea y ahora los italianos, especialmente los romanos, estaban pagando las consecuencias. Y es que en la capital italiana ha aumentado la delincuencia hasta un 60% y se ha agrandado su cinturón de pobreza desde que las puertas de la Unión se abrieran. Pero por supuesto, esto nunca justificaría los comentarios xenófobos hacia el pueblo rumano. El problema comienza sabiendo qué de los 23 miembros del ITS, 6 son de origen rumano. Entonces ¿qué sucede? Se produce una situación que nos favorece a todos los europeos que nos sentimos demócratas, anti-xenófobos y europeístas. 5 de los 6 diputados rumanos dimiten y según la legislación europea no puede existir un grupo parlamentario con tan pocos diputados (18) por lo que se disuelve el grupo.

Esta gran noticia no ha pillado desprevenido a nadie ya que las tensiones dentro del grupo se hacían cada vez más fuertes. No es de extrañar que se acabe disolviendo por sí solo porque no tenía ni pies ni cabeza el mantener unas ideologías y una manera de hacer política que dista mucho de la imagen que se quiere ofrecer desde el seno de la Unión Europea. Por otro lado, no se puede mantener de forma radical la identidad nacional sin tener en cuenta el resto de los estados miembros. En ese momento, es cuando la bomba de relojería tiene que estallar.

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