La Comisión Europea, en su afán por aumentar la transparencia de la UE, ha puesto en marcha un registro voluntario de los llamados 'lobbies' o grupos de presión. Los grupos de presión han adquirido gran relevancia en los últimos años en Bruselas puesto que trabajan para influenciar los procesos de legislación política y toma de decisiones. El registro se realiza 'on line' y al inscribirse la Comisión les exige revelar cierta información para aumentar la ansiada transparencia.
Los 'lobbies' están obligados a indicar quiénes son, cuáles son sus objetivos y misiones y en qué ámbitos estratégicos están particularmente interesados. Además, de forma voluntaria pueden revelar información financiera y aquellas organizaciones que trabajen en nombre de terceros tendrán que revelar los nombres de sus clientes. Por otro lado, gracias a este registro se suscriben automáticamente al código de conducta adaptado por la Comisión Europea que establece principios como la sinceridad, la honradez e integridad. El código también formula siete normas claras de comportamiento que espera que los grupos de presión cumplan.
Por el momento, hay tan sólo 21 'lobbies' inscritos de los cuales la mayoría son ONGs y 'think-tanks' o grupos de reflexión.
Los 'lobbies' están obligados a indicar quiénes son, cuáles son sus objetivos y misiones y en qué ámbitos estratégicos están particularmente interesados. Además, de forma voluntaria pueden revelar información financiera y aquellas organizaciones que trabajen en nombre de terceros tendrán que revelar los nombres de sus clientes. Por otro lado, gracias a este registro se suscriben automáticamente al código de conducta adaptado por la Comisión Europea que establece principios como la sinceridad, la honradez e integridad. El código también formula siete normas claras de comportamiento que espera que los grupos de presión cumplan.
Por el momento, hay tan sólo 21 'lobbies' inscritos de los cuales la mayoría son ONGs y 'think-tanks' o grupos de reflexión.
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