El fin de Sarkozy, en la UE

Se acaba el 2008 y con el fin de año también se acaba la presidencia de turno del Consejo de la Unión Europea que estaba en manos de Francia. El relevo lo toma la República Checa, que viene marcado por las polémicas declaraciones (como nos recordaba Óscar en un comentario de un post anterior) del presidente de la república centro-europea que se niega a firmar el Tratado de Lisboa.

Pero ya tendremos tiempo de hablar de la presidencia checa. Primero vamos a despedirnos de Sarkozy. La crisis económica ha marcado su paso por la UE. Podemos decir que es la reflexión más clara que podemos deducir de estos seis meses. Aunque su programa de trabajo comenzaba en julio de 2008, con la firme intención de afianzar Europa en la escena internacional, los acontecimientos acaecidos en Estados Unidos al mismo tiempo, han conseguido reafirmar la imagen de la Unión Europea en el exterior por sí sola, especialmente la de los países que pertenecen a la Unión Monetaria Europea, que han demostrado su fuerza y su confianza en un sistema bancario no basado en un capitalismo salvaje si no con órganos de control que ayuden a evitar la especulación. Aún así, Sarkozy ha olvidado durante su presidencia que Europa somos 27 y no solamente Alemania, Francia, Reino Unido e Italia. Se acordó de España en la última cumbre del G20, cumbre que no debería de haber existido por el mismo motivo, que unos cuantos países decidan por el resto para que, al final como siempre, tengamos que seguir los designios estadounidenses que también nos han llevado a la crisis.

Sarkozy acogió con mucha alegría la victoria de Obama y su próxima llegada a la Casa Blanca. No sabemos si las vacaciones las seguirá pasando en EEUU como con su amigo Bush pero sí sabemos que ahora, podrá disfrutar de las de Navidad sabiendo que cuenta con el deber cumplido, al menos en la UE.

Como imagen de esta presidencia, la Torre Eiffel con las 12 estrellas de la bandera europea.

Como palabras, el comienzo del mensaje de bienvenida del Sr. Sarkozy en la página web de la presidencia francesa: "Chers internautes" o lo que es lo mismo "Queridos internáutas". No queridos ciudadanos europeos, ni franceses, ni ciudadanos a secas, si no internáutas.

Como hecho, el intentar sacar a Europa de la crisis económica, olvidando quién forma la UE y dejando para "otro día" el grave problema del bache en la ratificación del Tratado de Lisboa.